Por: Orlando de la Rosa Jacobo
16 de julio del 2013
5:31 pm
5:31 pm
5,3,1, más que
parte de un seudónimo fue el conteo regresivo que dio inicio a la receta, que así
como sin pensarlo, me llevaría bajo
arresto en un claustrofóbico elevador a degustar galletas.
Prescripciones por
montones, de toda alcurnia ha existido chef, pero ninguno, por más gourmet o
refinado, pudo algún día haber dado con
la magia de aquello que probé.
Minutos transitaron
en mi reloj, y entonces fue que comprendí, que lo mágico en aquello que comía
no era del chef que provenía, sino de las manos atrevidas que aportaron el
rústico papel que la envolvía.
Me sentí como Sansón,
pero después de haber perdido el pelo, y en ese instante recordé que ya el mío
no estaba, tal vez eso explicaba mi debilidad y cretinismo para comprender que
mi congoja se estaba por desvanecer.
Horas más tarde desperté,
en aquel lugar acostumbrado, plenamente renovado, como si hubiese crecido mi
pelo, pero rápidamente el espejo me sacó de aquella duda, por eso fue que pregunté:
Tendrán magia las galletas…?
Entonces compré
horno, chocolate y manteca, azúcar de la prieta, y moldes con sendas formas,
hasta el punto de cambiar mi vocación de doctor a pastelero, pero aun no encuentro
el papel que utilizó la mercader.
El truco estará en
el papel, la mercader, el molde, en la
manteca, el chocolate o la azúcar prieta, o más bien en mi frágil ilusión? Busqué
en Google, Chef Magic y Wikipedia y aun no logro descifrar si tienen Magia las
Galletas.
Continuará…